Résumé : |
Los primeros evangelizadores de los Andes no tardaron en descubrir que el principal obstáculo a su misión era la presencia del demonio que los indios adoraban bajo las formas del sol, la luna, las estrellas. Sin embargo, se beneficiaron de un instrumento ideal para luchar contra este enemigo : la existencia de une lengua general : el Quechua, que les permitía predicar en un lenguaje comprensible a la mayoría. |